dijous, de febrer 13, 2020

Mulet “ hacer delito la apología del franquismo mientras el franquismo continue siendo legal, es ridículo”


m'ha demanat opinió sobre aixó d'il·legalitzar l'apologia del franquisme, i aixó he pensat;


El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha afirmado hoy que la propuesta del PSOE de penalizar la apología del franquismo, es absurda si no viene acompañada de más medidas “ si el franquismo continua siendo legal, si sus sentencias continúan siendo legales, si sus dirigentes continúan amparados por la ley de  amnesia o amnistía, no tiene sentido criminalizar la liberta de opinión, porqué evidentemente es un arma de doble filo, que en manos de un gobierno de derechas puede prohibir otro tipo de ideas o manifestaciones. Lo que hay que hacer no es prohibir exaltar el franquismo, sino erradicarlo des todos los estamentos donde está todavía en vigor”
Mulet ha recordado que en el sistema jurídico español todavía pervivien en vigor normas y leyes dictadas por un régimen ilegal como el franquismo, y cómo miles de víctimas del franquismo continúan con estatus de delincuentes por tener sentencias dictadas por tribunales franquistas, los cuales no tienen ninguna legitimidad democrática”
Para el parlamentario valencianista lo que correspondería sería  declarar ilegales y nulos y sin ningún efecto jurídico todos los consejos de guerra sumarísimos y las correspondientes sentencias, instruidos por causas políticas en el Estado español por el régimen franquista de acuerdo con el Bando de 28 de julio de 1936, el Decreto de 31 de agosto de 1936, el Decreto   número 55 de 1 de noviembre de 1936, la Ley de 2 de marzo de 1943, la Ley de 18 de abril de 1947, el Decreto 1794/60, de 21 de septiembre, y el Decreto Ley 10/75, de 26 de agosto. Así como declarar  la nulidad de todos los juicios penales y militares por arbitrios e ilegales, adoptando las medidas adecuadas para el resarcimiento proporcional y actualizado de las víctimas, así como la reconstrucción de los archivos penales y judiciales afectados. Y por extensión, el reconocimiento de la legitimidad del gobierno republicano y la ilegalidad de los gobiernos del franquismo.

Para Mulet, sería necesario que el Estado español considere víctimas del franquismo a todas las personas que la sufrieron en cualquiera de sus formas, mostrando reconocimiento y de respeto, pero también de solidaridad debida, y se habilitarán todos los mecanismos para la reparación que las víctimas y sus familias merecen, inspirado por los principios de memoria, dignidad, justicia y verdad. Las víctimas, en cualquier de sus manifestaciones o modos, han de contar con el reconocimiento oficial de víctimas del franquismo a todos los efectos. Y enumera los siguientes tipos de víctimas:


a) Las personas víctimas de desaparición forzada durante la Guerra Civil, la Dictadura franquista y de la etapa de la transición hasta 1990.
b) Las personas que fueron objeto de condenas dictadas por los tribunales ilegítimos instaurados tras el golpe militar de 1936.
 c) Las personas que se exiliaron por causa de la Guerra Civil y de la Dictadura franquista por defender sus derechos y libertades democráticos.
d) Las personas que, debido a su compromiso con los derechos y libertades democráticos, y para defender su pervivencia en la sociedad española, española y europea, padecieron confinamiento, torturas y, en muchos casos, la muerte en campos de concentración y exterminio de los países configurados políticamente bajo el fascismo.
 e) Las personas que participaron en la guerrilla antifranquista, así como quienes les prestaron apoyo activo como colaboradores de la misma en defensa del Gobierno legítimo de la Segunda República Española y por la recuperación de la democracia.
f) Los niños y niñas recién nacidos que fueron sustraídos y/o entregados irregularmente a otras personas, así como sus progenitores y hermanos o hermanas. Su inclusión en el Censo de Memoria Democrática se realizará únicamente a instancia de parte.
g) Las mujeres que padecieron humillación, persecución, violación o castigo por haber ejercido su libertad personal o profesional durante la Segunda República, o por el mero hecho de ser compañeras, esposas o hijas de quienes participaron en la vida pública de la democracia republicana. Su inclusión en el Censo de Memoria Democrática se realizará únicamente a instancia de parte.
h) Las personas que padecieron represión por sus creencias políticas o religiosas, por su orientación sexual, o por su origen étnico.
 i) Las personas que desempeñaron trabajos de manera forzada y que fueron utilizadas como mano de obra sin su consentimiento y bajo coacción durante las Guerra Civil y la Dictadura franquista.
 j) Los empleados públicos que, mediante el oportuno expediente o por vía de hecho fueron castigados, expedientados o depurados como consecuencia de sus convicciones democráticas, su participación activa en defensa de la legalidad constitucional de la Segunda República Española, su oposición al golpe militar de 1936 y a la dictadura franquista.
k) Las personas que padecieron privación de libertad por su defensa de la Segunda República o por su resistencia al régimen franquista con el fin de restablecer un régimen democrático.
l) Las entidades políticas, sindicales o asociaciones que fueron ilegalizadas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, y que fueron doblemente castigadas con la represión sobre sus miembros y con la incautación o expropiación de sus bienes.
m) las personas físicas o jurídicas a las cuales se les incautaron sus bienes y propiedades.

Para Mulet, “ es necesario considerar contrarios a la Memoria Democrática del Estado español y a la dignidad de las víctimas las asociaciones, entidades, fundaciones y organismos de similar naturaleza que conmemoren, justifiquen, exalten, enaltezcan el golpe militar del 1936, el franquismo a sus dirigentes, procediendo a su ilegalización inmediata o la exhibición pública de elementos o menciones realizados en conmemoración, exaltación o enaltecimiento individual o colectivo del golpe militar de 1936 y del franquismo, de sus dirigentes o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial, pero para ello, primero, hay que ilegalizar primero al franquismo, ya que hacer apología de algo legal, jurídicamente no puede comportar ninguna prohiición, y si de paso erradicáramos el franquismo de nuestro sistema judicial, de las Cortes Generales, o de la jefatura del Estado, daríamos pasos de gigantes hacia la democracia “